"Donde quiera que vaya, sea cual sea mi suerte, juego en la llanura solitaria, lloro lo que lloran los olvidados".
Olvidados... El mundo está lleno de ellos y en esta ciudad... en esta ciudad lo somos todos. Quizás en nuestro pequeño círculo nos hacemos la ilusión de ser algo más que nosotros mismos, pero de camino a casa uno se da cuenta de algo: es difícil interpretarse.
Porque sólo a veces vemos más allá de lo que somos, y el resto del tiempo no somos tan siquiera capaces de reconocer al ente que comparte un segundo de nuestro tiempo, o simplemente el mismo planeta.
jueves, 26 de noviembre de 2009
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