viernes, 11 de marzo de 2011

Cada día te despiertas (que no es poco)

    El sonido de las teclas es como música para tus oídos. Cierras los ojos y te descubres siguiendo esa melodía imaginaria de dedos, recorriendo los nudillos de esas manos que desearías escribieran tu nombre con tinta de sudor y piel. Pero despiertas y la luz fluorescente te devuelve, ingrata, a la realidad. No hay caricias y los gráciles sonidos que segundos antes escuchabas casi susurrados, ahora simplemente suenan a hueco. Vacío.

Quizás en otros tiempos te hubieras recostado inconscientemente, mejilla contra la mesa, esperando revivir eternamente esta sensación para ti tan dulce. Pero hoy parece que los pies te pesan. No has desayunado nubes como antaño, ni has paseado de madrugada en imaginarios campos de margaritas. Te has levantado (como vienes haciendo estos últimos años) con la horrenda alarma del teléfono móvil. Y el desayuno que antes te esperaba (caliente) en la mesa de la cocina, ahora se calienta dando vueltas en el plato del microondas.

martes, 8 de marzo de 2011

Operación "Mierdas las justas"

    Tengo el cerebro lleno de emociones que no encuentran lugar entre sus compañeras. Dicho de otra manera: Diógenes emocional. Llegado este momento, es mejor hacer limpieza y desechar todo lo que ya no sirve o todo lo que sirve para incordiar (o ambas cosas).
    Suelo a almacenar masivamente recuerdos, tanto mentales como físicos. Me dedico a llenar cajitas, estantes y cajones de cosas que no vuelvo a mirar en años y que al final no tienen más valor que el de un trasto. Me cuesta desprenderme de "MIS cosas", como las llamaba de pequeña. Mi mundo, Mi casa, Mis amigos, Mi cajón, Mi cama, Mi libro, Mis personas... Un día, hablando con Mi madre (hablar es un decir, cuando tratábamos el espinoso tema de la limpieza en MI habitación, la hostilidad iba in crescendo), me dio un consejo al que, mira tú por dónde, le encontraría sentido 15 años después...:
"- Pon todas estas cosas en una bolsa, si en tres meses no has tenido que abrirla en algún momento, es que no necesitas nada de lo que hay dentro. ¡A LA BASURA!"

    Hombre... yo lo veo un tanto drástico... pero bien aplicado... ¡tiene su potencial! (¡esta mujer es un diamante en bruto!). Y es que, al fin y al cabo el ir acumulando sin criterio te convierte en esclavo de tu pasado, al que tienes que ir cargando allá a donde vayas. Y la vida nos demuestra cada día que es mejor ir ligerito, ¡por si tienes que salir por patas!

sábado, 22 de enero de 2011

Y si cambiamos de tema?

Hace tiempo que vengo haciendo el tonto, como diría una amiga mía “lo más grande”. La verdad es que me muevo entre el aburrimiento y el miedo de perder lo que tengo e ir a peor. No sé... hay relaciones que ya no dan más de sí y por mucho que uno las intente mantener...

Estoy forzando un motor en el que los componentes no casan entre si. Y acabará explotando de nuevo; saltarán por los aires el aburrimiento y la desidia, la falta de ganas. Me gustaría evitar eso y poder hablar abiertamente del tema sin miedo a una mala reacción. No me parece suficiente el hacer las cosas porque sí, porque no hay nada mejor que hacer y uno tiene que conformarse con eso. No quiero volver a perder sin haber tan siquiera tenido oportunidad de ganar nada. Supongo que va llegando la hora de poner todas la carta sobre la mesa y boca arriba. Lo que pasa es que da miedito, ¿no?

Todo bien, gracias.

lunes, 16 de agosto de 2010

Soledades

La soledad es algo que atrapa las neuronas como casi nada puede hacerlo: es difícil entender cómo una palabra que en principio representa el vacío es capaz de generar tantas imágenes a la vez, tantos nexos incompletos. Paralizante.


Intentando alejarte rompes con todo, menos con la necesidad; me convenzo de ello hasta que decides romper conmigo y con todo el pasado que me representa y nos une. La vida es brutalmente honesta. ME ENCANTA

sábado, 12 de junio de 2010

Y lo realmente hermoso de todo esto es que mañana volverá a amanecer. Y tu estarás allí, y yo aquí, si quiero. Porque yo siempre tendré un sitio aunque sea lejos. Y podré dar patadas al aire y salir corriendo, o patearle a él, o a ti. Podré besar a quién quiera, ¿quién me lo va a impedir? Aunque me caiga mil veces, cuente el peor chiste o huela mal, mañana estaré aquí o allí, y no habré muerto. Al menos por decisión propia. Porque soy yo aunque te empeñes en negarlo. Y quién dice tu dice él, o yo misma.

lunes, 7 de junio de 2010

No puedo dormir. Y me he levantado harta de oír el palpitar de mis sienes contra la almohada. Y miro mis pies y pienso en lo blancos que son mis dedos, en lo estúpido de esta cama si no hay sueño, ni ganas.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Desenvolver...te

Existen días en los que uno no se hubiera tenido que levantar, otros en los que mejor se hubiera ido a dormir pronto, y otros que, aunque parece que van a terminar mal, te esperan con un regalito al final de la noche. Mi viernes fue de los que acaban en sábado, por tanto, ¿fue un regalo de buena mañana? … ¡me encantan los regalos! Sobre todo de este tipo…

Bueno... también existen los buenos días, los días extraños y los profundos. Pero de esos no quiero hablar. O quizás sí, porqué tal vez sean los mismos.