Hoy se ha levantado con la pierna izquierda. Mi él cree que no le hago suficiente caso. Y es cierto. Últimamente cuando me reflejo en él (que soy yo sin serlo), veo ese color gris en su mirada, esa lividez que aparece cuando uno sabe que está perdiendo el control de lo que creía tan seguro. Yo y mi estan tomando el control ahora: Y eso me parece bien, aunque los pellizcos de él reclamando atención siguen doliendo (a mi y a yo).
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lunes, 22 de junio de 2009
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